Aston Martin lo ha conseguido. Sorprendernos, emocionarnos, e incluso robar parte del protagonismo que pretendían llevarse Ferrari y McLaren con sendos deportivos diseñados por y para los circuitos. El Aston Martin Vulcan es algo más que un deportivo. Es un coche de carreras, pero no está pensado para la competición. Es un deportivo de tecnología puntera, 800 CV de potencia, un doce cilindros en uve de 7.0 litros y la exclusividad de una bestia de la que solo se construirán 24 unidades.
Aston Martin Vulcan. La bestia que posa sobre estas líneas no podrás verla por la calle. Se trata de un deportivo creado por y para los circuitos, una fiera demasiado agresiva y contundente como para dejarla convivir con el resto de automóviles. Solo podrá ser disfrutada en circuito. Aston Martin anuncia, además, que la entrega a sus 24 orgullosos clientes irá precedida de un programa de instrucción de pilotos en circuito que se llevará a cabo en 2016, así como de muchas horas en simuladores en los que sus propietarios trabajarán sus habilidades al volante para ser capaces de extraer el máximo jugo a esta joya llamada Aston Martin Vulcan.
No es un deportivo de carreras, ni tampoco un deportivo de calle. Aún así, de puertas para fuera luce espectacular, y de puertas para dentro ha sido diseñado como cualquier otro GT de competición de Aston Martin. Su motor V12 de 7.0 litros y 800 CV se ha situado en posición delantera-central y su tracción es trasera. Goza de chasis monocasco de fibra de carbono, transmisión de magnesio y fibra de carbono, frenos Brembo y discos cerámicos de 380 milímetros delante y 360 milímetros detrás. Auténticas paelleras.
El Aston Martin Vulcan no está homologado para ningún campeonato, pero en materia de seguridad cumple con las especificaciones FIA. Gozará de un cambio secuencial Xtrac de seis relaciones, llantas de 19″ y neumáticos Michelin de competición.
Lo veremos en el Salón de Ginebra, en tan solo unos días, donde posará orgulloso para tratar de arrebatar – ¡menuda osadía! – un poquito del protagonismo que habían pretendido acaparar para sí el Ferrari FXX K y el McLaren P1 GTR.
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